Poemas de Víctor Jesús Guillén Baca. México.
Poeta mexicano. Copyrighted.

Lo que nunca comprendió Javier

LO QUE NUNCA COMPRENDIÓ JAVIER

Por: Víctor Jesús Guillén Baca.
México.

Javier era un buen chico, siempre iba a la iglesia, acudía a toda actividad.
Era hiperactivo y juguetón, aunque se notaba herido, lastimado.
Decía tener dones y practicarlos.
Se decía muy religioso y de gran fe.
Los pastores lo estimaban y hasta creyeron en él para darle autoridad.
Lo que no entendimos que parecía fe sincera, que no lo era.
Era un buen chico, no un nacido de nuevo.
Era un buen religioso, pero no tenía la fe sincera y sencilla de Jesucristo.
Tenía buenas intenciones, pero estaba confundido. Iba a la iglesia, oraba, cantaba, despues enseñó, predicó... pero nunca tuvo un encuentro con Jesucristo.
Cierto, amaba las tradiciones, promovía los himnos antiguos, exaltaba las bondades de la tradición; pero no le había entregado su vida a Jesucristo.
   Lo que no comprendió Javier fue el Amor que Dios le tiene, que desea salvarlo y que vaya con Cristo al cielo.
No se le enseñó que "todo era malo", que "todo era pecado".
Nunca se le enseñó que la Iglesia Cristiana "rechaza la cruz de Cristo".
   Se le enseñó que Jesucristo es el Camino, y la Verdad, y la Vida, que sólo por medio de él se alcanza la salvación.
   Se le enseñó que Dios lo ama a Él y a su familia, ya que la Biblia dice: "Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa".
   Se le enseñó el amor y comprensión de la Iglesia Cristiana, la esperanza en Jesucristo, el Amor y el Perdón de Dios para todos.
   Se le enseñó a alabar y a adorar a Dios con alabanzas llenas de alegría sincera.
   Se le enseñó la convivencia sincera con los creyentes en Cristo.
   Lo que nunca comprendió Javier fue que Cristo no es una religión, es una persona que lo ama y desea salvarlo.
   No comprendió que hay un solo Camino, según la Biblia, para llegar al Padre: Jesucristo.
   No comprendió que todo lo que hace la Iglesia es para salvación.
   No comprendió la Gracia perdonadora de Dios, no comprendió el significado del sacrificio de Cristo en la cruz:

   Que si creemos que Jesucristo  murió por nosotros para perdón de nuestros pecados por Su sangre, seremos salvos.
Salvos de toda condenación, pues era necesario el sacrificio del Hijo de Dios, para que nosotros tuviéramos la oportunidad de salvarnos de la condenación y vivir eternamente con Dios.
   Javier no comprendió que el Amor de Dios está en nosotros no por nuestros méritos, sino por Su perdón; no comprendió que Jesucristo murió también por él en la cruz. No comprendió que debía venir a Cristo, arrepentido y confesándolo como su Salvador.
   Javier no comprendió que asistimos a la iglesia no para condenar a nadie, ni a prohibir nada, sino para adorar a Dios y conocer Su Palabra, la Biblia.
   No comprendió que el cristiano no es una persona "buena", sino un pecador perdonado, justificado, redimido por la sangre de Jesucristo, transformado por el Espíritu Santo de Dios.
   Javier no comprendió que lo amamos, que no deseamos sacarlo de sus creencias, y que cada uno de nosotros tenía y tiene tantos problemas como él, que por eso necesitamos de un Salvador. Que reconocemos nuestra debilidad y nuestros errores, que reconocemos nuestra necesidad de un Salvador que nos libere de la culpa, del rencor, de la amargura.
   Ese único y suficiente Salvador es Jesucristo, es lo que no comprendió Javier.
   No comprendió Javier que el Reino de Jesucristo no es de este mundo, que a lo suyo vino y los suyos no lo recibieron; pero a los que lo recibieron les dio la potestad de ser hechos y llamados hijos de Dios.
   No comprendió que nuestra doctrina no es nuestra, sino de Cristo, y Él mismo dijo que es de Aquél que lo envió: El Padre.
   No comprendió que según la Biblia, la Palabra de Dios, Jesucristo es el único Salvador para toda la humanidad.
   No podemos decir que nos engañó, al contrario, sabemos que ama a Dios y desea seguirlo, y vimos el amor que Dios le tiene al darle tantas bendiciones.
   No podemos decir que nos falló, porque en realidad nunca comenzó.
   Caminó en una religión nominal, como un cristiano nominal, pero nunca empezó por el principio:
   Recibir a Jesucristo como su Señor y Salvador.
Y no podemos juzgarlo por eso, pues es un hecho evidente que nunca comprendió su necesidad de un Salvador único y suficiente: Jesucristo.
   Y quizá le molestara la palabra pecado, pero ciertamente delante de Dios todos hemos pecado, es decir, cometido fallas que nos lastiman y a otros; pero para venir con Dios es necesario creer en Jesucristo y arrepentirnos de nuestros pecados. Lo que Javier no comprendió es que sólo eso nos justifica; de ninguna manera podemos llamarnos buenos o mejores que otros, sino más bien: pecadores arrepentidos delante de Dios y perdonados por Su Amor.
   Lo que Javier no comprende es que Dios lo ama actualmente y desea su salvación; que si reconoce su condición, que es un pecador, como cualquiera de nosotros, que si confiesa a Jesucristo como su único y suficiente Salvador, el Amor de Dios lo cubrirá y será salvo.
   Jesucristo dijo que sólo por medio de Él se llega al Padre, que si creemos en Él como nuestro único Salvador seremos salvos con nuestra familia:  Salvos de la ira venidera, salvos de la condenación eterna, salvos para vivir con Dios por siempre.
   Lo que no comprendió Javier es que lo amamos y seguimos amándolo y deseándole lo mejor, que lo esperamos así como el Señor pacientemente lo espera.
   Que nuestro Señor Jesucristo nunca lo dejará y a pesar de todo luchará para guiarlo a Su Salvación.

   Querido Javier, te amamos en Cristo. Vic.

2014

   





Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis